El pasado fin de semana se celebró la fiesta de San Juan Ortega, patrón de los Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Badajoz.
El año pasado no llegó a celebrarse debido a la profunda crisis que afecta de forma especial al gremio de la construcción. Pocos estuvieron interesados en participar, y por primera vez en tres décadas no hubo fiesta.
Este año nos hemos reunido unas 70 personas, en un entorno maravilloso de la dehesa extremeña, en el castillo de Piedrabuena, cerca de Alburquerque, y perteneciente al término municipal de San Vicente de Alcántara.
El último tramo es un camino de tierra, y desde las ventanillas del autobús en el que nos desplazamos pudimos observar toros en su hábitat, que a su vez nos miraban con sorpresa.
La puesta de sol salió a recibirnos vestida de gala, salpicando de luces las piedras centenarias del precioso castillo, en el que viven sus dueños en una zona privada, sin acceso para los visitantes, mientras en las zonas comunes se suelen celebrar eventos como el nuestro.
El buffet fue al aire libre, con una temperatura fantástica, mientras charlábamos unos con otros, haciendo fotos y descubriendo rincones de este lugar fascinante.
La cena se sirvió en un patio central porticado, donde los comensales se repartieron en mesas redondas para disfrutar las viandas y la compañía. Algunos solo nos vemos de año en año en esta convivencia, y hay que ponerse al día del transcurrir de la vida entre una fiesta y otra.
Tras los postres, entrega de insignias a los que cumplen 25 años de profesión, y copitas, fotos y más conversaciones cruzadas en tono cordial.
Y, por supuesto, baile, mucho baile... De todo un poco: rock, flamenquito..., para todos los gustos.
Y, a altas horas de la madrugada, despedida y cierre, hasta el año que viene, en el mismo autobús en el que llegamos, para no tener preocupación por haber tomado unas copitas.
Ojalá no se pierda la tradición de esta fiesta en honor a San Juan Ortega, que nos ha hecho disfrutar de tantos buenos ratos a los que estamos vinculados a este gremio, directa o indirectamente, sobre todo en sitios tan maravillosos como el de este año, el magnífico castillo de Piedrabuena.
¡Ah, por cierto! La mayoría de las fotos de esta entrada son de Peris, querido amigo de tantos años, arquitecto técnico, que siempre se ocupa de los reportajes fotográficos de manera desinteresada. Un abrazo para ti.
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