Hacía ya unos cuantos años que no hacía las Prácticas conmigo ningún alumno de la Facultad de Educación, porque me hastié de prestar un servicio a la Universidad de Extremadura sin ninguna contraprestación, más bien al contrario, teniendo por aquellas fechas un hijo cursando una licenciatura. Durante lustros admití que pasaran por mi tutoría uno, dos y hasta tres alumnos de Prácticas al mismo tiempo, muchos antiguos alumnos míos, pero también otros que no conocía de nada.
Este año fue Yolanda, antigua alumna y gimnasta mía, la madre de Lorena, también antigua alumna, la que me pidió que acogiera a su hija durante el período de Prácticas en su último curso de grado. Acepté sin dudarlo ni un momento. Es un orgullo para mí poder colaborar en la formación de una niña que he visto crecer y madurar durante toda su infancia, y que pide el favor de volver a su colegio para integrarse en sus rutinas desde el ángulo opuesto al que ya conoce, como futura docente.
Lorena es de la misma promoción que mi hijo pequeño Lu, y la recuerdo como una alumna dulce, responsable y buena deportista. Con el paso de los años se ha convertido en una mujer, además de bellísima, con un encanto especial para los niños y niñas de Primaria y grandes aptitudes para conectar con ellos, y así lo ha demostrado durante este cuatrimestre, en el que ha tomado las riendas de mis 25 horas lectivas de Educación Física con una maestría sobresaliente.
Durante el mes de marzo, cuando estábamos preparando la exhibición de coreografías para las fiestas de S. José, consiguió convencer a los niños de 6º para actuar, bailando un tema de Jason Derulo,"Talk Dirty", con mucho arte y mano izquierda, que encantó a todo el público. Un logro, porque yo los daba por perdidos por falta de tiempo, y ella los sacó adelante por iniciativa propia.
También se prestó a formar parte del concurso "Tú sí que bailas", junto a mí y a otros profesores.
Hoy ha sido su último día de clase, y los alumnos la han despedido con cartulinas decoradas aclamando su nombre, dedicatorias cariñosas, confeti, peluches, flores..., tal es el cariño que le han tomado y que ella se ha merecido por su buen hacer.
No ha podido evitar emocionarse con tantas muestras de cariño. Dice que nos va a echar mucho de menos y que ha aprendido enormemente.Yo le he confesado que también la extrañaré, igual que los alumnos. Ayer me trajo un regalo increíble como prueba de su agradecimiento, hecho con sus propias manos: una muñeca a mi imagen y semejanza, con curiosísimos detalles idénticos, como mi mochila, mis zapatillas o mi ropa deportiva al uso.
Ten confianza en el futuro, porque serás una maestra de Educación Física excepcional. Aquí estaré para todo lo que necesites, ya he dejado de ser tu "seño" para convertirme en tu colega de profesión.
¡Que tengas mucha suerte, Lorena, te la mereces!