Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

jueves, 27 de febrero de 2020

Adiós, Don Carnal.





La "Patarrona", desde un rincón destacado, ha sido la encargada de dar las instrucciones diarias para ir calentando en el colegio los motores carnavaleros, desde principios de la semana pasada.




Primero fue un lazo rojo en el cuello...



Otro día cada calcetín de distinto color...









Luego había que llevar un peinado llamativo y original...



Ya el jueves montamos un circo, literalmente. Y los alumnos de cada curso, disfrazados de lo que se le dijo con suficiente antelación, salieron a desfilar por el Paseo de Colón con sus respectivos tutores. 



A mis niños les tocó ir de magos, y yo me vestí igual que ellos. Había animales variados, payasos, mimos, domadores...





El Paseo de Colón se llenó de vivos colores y de alegría con nuestro pasacalles, incluso la prensa se hizo eco del evento.





Contamos asimismo con el grupo de percusión que ensaya bajo las directrices del profesor Enrique.



Como no nos falta de nada, desfiló igualmente nuestra murga infantil "Los Supercocos", que actuaron por tercer año consecutivo en el teatro López de Ayala, haciendo las delicias de todo el público.




El patio fue una fiesta durante las jornadas del jueves y del viernes, para alumnos y para profesores.







Ahora comienza el tiempo de Cuaresma y hay que cambiar el chip. El miércoles llevamos a cabo la imposición de la ceniza.





    Adiós, Don Carnal. Hasta el año que viene.

Sorpresa por alusión

 
Esta mañana me encontré esta sorpresa cuando leía el HOY antes de comenzar la jornada laboral: una carta firmada por José L. Martínez Guerrero, que hacía alusión a otra de mi autoría, publicada el viernes pasado.


No es la primera vez que alguien comenta en la misma sección lo que escribo pero, en esta ocasión, el tono es amable, puesto que compartimos la misma opinión en cuanto a este tema.






                 ¡Gracias, amigo José Luis!


martes, 18 de febrero de 2020

Castigados al rincón


Hace mucho que no mando una carta a esta sección, pero suelo leerlas para estar al tanto de lo que opinan los lectores desde sus teclados. 
De un tiempo a esta parte, las “Cartas a la Directora” han sido reducidas a menos de media página, no sé si por falta de aportaciones o tal vez falta de interés de la dirección por motivos que puedo imaginar. Una lástima, puesto que es el único espacio de libre expresión en este diario que podemos emplear los que no nos dedicamos a este noble oficio del periodismo de manera profesional. 
Las noticias del día a día son las mismas, necesariamente, en informativos televisados, escritos, digitales o radiofónicos. Pero los puntos de vista del ciudadano corriente sobre cuestiones locales, nacionales o internacionales son tan variados como dignos de tener en cuenta para obtener una visión de conjunto real de todos los acontecimientos que van haciendo historia a nuestro alrededor. Los columnistas no siempre son imparciales, y es bueno contrastar para entender. 
Espero que saquen de ese reducido rincón a los aficionados a publicar sus opiniones por amor al arte, porque suman más de lo que restan, aunque sean periodistas de mentirijilla. Reivindico este espacio, antes de asistir a su completa desaparición. Ojalá no le hayan puesto a esta sección ningún chip de obsolescencia programada… 


jueves, 13 de febrero de 2020

Sombra


                                                                           
Desfilan impasibles los días para amar,
los días para odiar, los días para reír,
días para aprender, días para interpelar,
días para compartir y días para olvidar.
Es tiempo de cosechar la siembra del pasado,
coser lo que antaño rasgué,
buscar lo que en la senda perdí,
hablar lo que tanto callé.
Abrazar las madrugadas que traen, desordenados,
escalofríos, caricias, recuerdos desafinados,
el ritmo de unos latidos con rencores enquistados,
mariposas en el alma y deseos amordazados.
Se suicidan las ideas en mi pensamiento,
lágrimas tras mi coraza,
estrellas del firmamento,
palabras en mi garganta.
Soy la sombra fugitiva
que se esconde tras un verso,
que pisa sobre tus huellas
y que se mece en tus besos.
La sombra que, hombro con hombro,
sostiene tu calendario,
que te va barriendo escombros
mientras te reza un rosario.
Soy la sombra que engalana
tus noches de vino y rosas,
mientras enhebra suspiros
pesados como una losa.