Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

lunes, 21 de febrero de 2022

Tercer piso

 

Una mujer entiende qué es un milagro cuando ve por vez primera la cara de su hijo.



Fue un regalo criarte, verte crecer, educarte, estar a tu lado en los momentos mágicos.


Ser tu madre es un privilegio.



Superé todos mis miedos y mis inseguridades a lo largo de todos estos años.



En algún momento, que no sé precisar, pestañeé y, al mirarte de nuevo, ya no eras el niño inquieto que recordaba: te habías convertido en el hombre trabajador y responsable que yo había soñado siempre.







                            

                             Tercer piso, tres décadas.

 


Estruja tus días, vívelos plenamente, disfruta queriendo sin medida.

 


                       ¡Felicidades, Lulito!