Este último trimestre de curso ha sido raro, raro, raro... como diría Papuchi, y la despedida que hemos hecho esta mañana, conectados todos por videoconferencia, también lo ha sido, como no podía ser menos.
Lo hemos afrontado todos con el mejor talante, y con la ilusión compartida de volver a encontrarnos en septiembre para retomar nuestras rutinas colegiales.
Entre chascarrillos y anécdotas, les he leído unos versos que les he escrito para la ocasión.
A nuestros queridos alumnos de 5ºC
Damos por finalizada
la etapa confinamiento,
que desde el trece de marzo
nos ha supuesto un tormento.
Entre unas cosas y otras
se nos ha acabado el curso,
empiezan las vacaciones,
las tomaremos con gusto.
Atrás quedaron los Teams
y las tareas corregibles,
se abrieron ya las piscinas,
la playa es imprescindible.
Esta es una despedida
muy distinta y especial,
no olvidemos que estrenamos
la “nueva normalidad”.
Es cuestión de acostumbrarse
a reunirnos sin tocarnos,
con distancia y mascarilla
para evitar contagiarnos.
Este virus ha venido
a cambiarnos los esquemas,
habrá que hacerse a la idea
aunque dé un poco de pena.
Cruz y yo, como tutoras,
hemos echado de menos
vuestra subida a la clase,
con los ojitos de sueño;
las risas por los pasillos
para bajar al recreo;
vuestras caritas de asombro,
incluso vuestros mosqueos…
Esperemos que en septiembre
se cumplan nuestros deseos:
tener un curso tranquilo,
poder daros algún beso,
viajar hasta Salamanca
aunque llueva o suenen truenos…
Y graduarnos en junio
con la Primaria aprobada
y en nuestro salón, bien lleno.
¡Arriba las ilusiones!
Rezad pidiéndole al Cielo
que todas las oraciones
lleguen juntas a buen puerto.
Esta es nuestra despedida:
Nunca olvidéis que os queremos.
Y para que quede claro
os lo decimos en verso.
Cruz y Maribel.
A Lalo, María A., Toño, Ana A., Fernando, Elena, Carla, Álvaro,
Carmen de F., David, Jorge, Carlo, Luis, Alejandra, Toly, Vicente, Adriana,
Ángel, María H., Antonio, María M., Ana P., Pilar, Carlota, Carmen T. y
Cecilio.
Lo dicho: ¡Feliz verano, chicos!