Es tiempo de recogimiento, de interiorización, de balances, de pausa para coger impulso, de silencios, de conclusiones. Mayo viene en blanco y negro, y se escapa de nuestro control pasando por una escala de grises. Pronto estrumpirá el verano, y se secarán las lágrimas tendidas al sol.
MELODÍA DE PALABRAS
La dulce melodía de las palabras rimadas
aligera el lastre que arrastro a la espalda
desde el amanecer.
Lastre de fatiga, desolación,
de esperanzas frustradas,
de expectativas masacradas,
de arena soplada de un reloj.
Y en la contemplación del desgarrado adiós
a la luz del día,
busco los versos en el hombro de un amigo,
recorro de memoria los paraísos de las almas enamoradas,
alzo mi voz rota contra la injusticia,
dibujo entre nubes grisáceas el color de la esperanza.
Repliego velas en un mar sereno,
clavando la mirada en un horizonte desdibujado.
Y apoyando mis pies sobre islas de corales,
impregno mis poros
de perfume a sal,
hidratando con la brisa del crepúsculo
mis inciertas oraciones.
Movida cual frágil marioneta
por invisibles hilos,
me abandono a los inspirados movimientos
que brotan espontáneamente de mis articulaciones,
y me dejo llevar por la danza.
La danza, esa materialización de los sueños,
que los secuestra y huye con ellos
para darles forma y color,
abrazando la melodía.
Y me sumerjo plácidamente
en la espesura
de una fantasía inalcanzable.
"Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar..."
Abrazos tiernos...