Este fin de semana estoy feliz, porque he sentado a mi alrededor en mi mesa a mis cuatro hombres, algo que no ocurría hace algún tiempo. Mi hijo mayor Enrique vive en Manchester, mi hijo pequeño Lu estudia en Sevilla, y en los últimos tiempos solo convivimos en casa mi hijo Alberto, que trabaja en Badajoz, mi marido y yo. Preparé esta sencilla tarta de manzana para estos días, para así poder dedicarme a las comidas principales, que Enrique siempre está preocupado por lo delgado que está y cuando viene a la vera de su madre pretende coger unos cuantos kilos en tiempo récord. Por ilustrarlo con un ejemplo, os cuento una anécdota: la noche que llegó, a las 2:30 de la madrugada, vio en la nevera filetes de pechuga aliñados, y se le antojó (a esas horas...) comerlos empanados. Me puse a preparárselos, y dio buena cuenta de una fuente generosa mientras nos contaba sus cosas.
Esta tarta de manzana es muy sencilla. Los ingradientes son los que pueden verse en la foto:
-4 manzanas
-1 vaso de azúcar
-2 de harina
-1 de leche
-4 huevos
Triturar todo, menos una manzana,
que es la que se pone en rodajas arriba.
Engrasar un molde y meter al
horno durante 30 minutos a 190 grados (depende del horno…)
Una vez fuera del horno, se "pinta" la superficie de mermelada (yo le puse de ciruela, hecha por mí en casa).
A decir verdad, para no quedarme corta, volví a hacer madalenas, que empieza a ser un clásico en mi casa...
A decir verdad, para no quedarme corta, volví a hacer madalenas, que empieza a ser un clásico en mi casa...
¡Qué rico todo!
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