Soy la 3ª de 4 hermanos, de los que Paco es el primogénito. Acaba de jubilarse, con todos los agasajos que corresponden al feliz momento, y los que aún le quedan.
Cuando contaba con 17 años, tomó la decisión de entrar en el Ejército del Aire, y mis padres le llevaron a la academia de León, para hacer las pruebas de acceso. Y allí se quedó. Yo les acompañé en aquel viaje, que terminó en una ruta turística por Burgos, Gijón..., aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.
Estuvo destinado en Getafe, Torrejón de Ardoz... Pero cuando el amor se cruzó en su camino, de nombre Gloria, echó raíces en Zaragoza, donde contrajo matrimonio, tuvo a su hija Mónica, y aún tiene fijada allí su residencia habitual.
Durante décadas ejerció su labor militar como mecánico de aviación en vuelo, recorriendo el mundo entero, al mismo tiempo que cubría como reportero gráfico y cronista todas las competiciones deportivas de atletismo que se llevaban a cabo en el ejército. Él mismo fue velocista durante años, y dirigió un equipo de atletismo que le acarreó grandes triunfos. Pero una lesión en la espalda, de la que fue intervenido en el hospital Gómez Ulla de Madrid, le apartó de la vida militar siendo bastante joven todavía.
Como militar en la reserva, ocupó su tiempo libre con una actividad con la que se ha realizado plenamente: dirigir la revista "Noticias de Enfermería", dependiente del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza. En su labor periodística ha redactado, fotografiado y cubierto eventos por toda la geografía española. Este colectivo es el que le ha despedido hace pocos días con todos los honores, en un conocido restaurante de la capital maña, entregándole la insignia de oro y diamantes como premio a su dedicación los últimos quince años.
Esa noche del 20 de marzo de 2015, Paco estuvo arropado por su familia y sus amigos más íntimos.
Dirigió a los presentes unas palabras de agradecimiento en este trascendental momento de su vida.
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© Núñez Arcos
Director General, presidente, decano, … Queridos
amigos todos…
No me resulta nada fácil dirigirme aquí hoy
a vosotros, no estoy acostumbrado, habitualmente lo he hecho por escrito, desde
de las páginas de la revista Noticias de Enfermería.
Pero este momento de satisfacción y honor
en el que he recibido esta Insignia Colegial de Oro y Diamantes, me obliga a
hacerlo.
Y lo hago con gusto, de corazón, de todo
corazón.
Además de la íntima satisfacción de haber
cumplido con mi deber, me llevo este reconocimiento. Espero poder transmitiros
aquí y ahora todo lo que siento, todo lo que supone para mí la concesión de
esta Insignia.
Desde el primer momento que vine al
Colegio, hace ya casi quince años, he sentido, profesional y personalmente, vuestro
apoyo y cariño.
He tenido ocasión de compartir con vosotros,
con la Enfermería, grandes momentos, algunos de ellos de una especial
trascendencia.
En los tres lustros en los que he estado
al frente del Gabinete de Prensa del Colegio, he vivido con intensidad todos
los avatares del desarrollo de la profesión enfermera.
Y no solo he sido testigo directo de todos
estos acontecimientos, sino que, además, he sido partícipe de la consecución de
vuestros logros, porque me he implicado en ellos como uno más.
Pero lo más importante para mí, como
periodista, es que he tenido el privilegio de contarlo, bien a través de las
páginas de la revista o por medio de las notas de prensa emitidas desde el Colegio.
Han sido muchas horas, muchos días, al
lado del presidente Porcar, en Congresos, Jornadas, Simulacros, Seminarios,
Presentaciones o Charlas, en el día a día colegial.
¡¡ Y qué decir de aquellas inolvidables
jornadas en la calle, con los jubilados, reivindicando la devolución del
Complemento de su Pensión…!!
Ha sido un auténtico placer trabajar con
él y con vosotros en el Colegio, por la enfermería.
Hay un refrán español que dice “el buen paño en el arca se vende”, pero resulta mucho más fácil hacerlo si se
difunde su calidad, y la enfermería puede hacer gala de ella, de calidad
reconocida, de hecho una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas
CIS sitúa a la sanidad aragonesa como la mejor de España.
Desde el Colegio, hemos divulgado vuestras
excelencias, las hemos destacado para que la profesión sea reconocida y
adecuadamente valorada.
Con los ingredientes de vuestra
profesionalidad, vocación y compromiso con el trabajo que hacéis, ha sido muy
fácil para mí “vender” esa buena imagen que
tenéis.
He sacado el paño del arca.
Mi satisfacción, hoy, es enorme pero antes
de despedirme quiero dejar constancia de mi agradecimiento sincero por esta
concesión.
Desde la jubilosa atalaya en la que voy a instalarme, en la que ya estoy instalado, mi corazón
siempre estará con vosotros.
Antes de finalizar quiero dedicar este
reconocimiento, esta Insignia, a María y Concha, -mis dos madres-, a mis hijos
Mónica y Rubén, y a mis amigos que me acompañan, pero especialmente a la persona que ha compartido conmigo los
últimos cuarenta años de mi vida, la culpable de mi trasplante regional, de que
haya pasado de ser extremeño, nacido en un
bonito pueblo de Badajoz, Santa Marta de los Barros, a
ser extre-maño, trasplantado y residente, espero
que por mucho tiempo, en Zaragoza.
Gloria, va por ti.
Muchas gracias a todos.
La prensa aragonesa se ha hecho eco de su jubilación en diversos medios.
Clic aquí para ver la noticia
En cuanto podamos sincronizar una fecha todos los hermanos, celebraremos la jubilación de Paco en tierras extremeñas, para que mamá también participe de este día de júbilo. Hasta entonces, ve asimilando los últimos acontecimientos, y planifica este maravilloso capítulo que la vida te ha deparado.
Estoy muy orgullosa de ti.
Muchas gracias hermana. Has hecho un prefecto resumen de toda mi vida, 65 años, en unas cuantas, ordenadas y muy coherentes líneas. Memorables las fotos.Yo también estoy orgulloso de toda mi familia. Espero que nos veamos en breve y celebremos esta nueva etapa que acabo de comenzar. Besos, hasta pronto.
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