Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

miércoles, 27 de marzo de 2019

#DíaMundialDelTeatro


Hoy se celebra el "Día Mundial del Teatro". Es una manera de promocionar uno de los primeros espectáculos creados por el ser humano. Durante largas épocas de la historia, el teatro ha sido un espectáculo de masas.


Además, el teatro en la escuela puede utilizarse como una herramienta transversal, como técnica pedagógica aplicable a diversas materias. Por ese motivo solicité ser admitida en un curso convocado por el CPR, y porque además soy la responsable del taller de teatro en mi colegio, dentro de un Proyecto de Convivencia que un equipo de profesores está llevando a cabo durante todo el año escolar vigente.


El curso se llama "Aplicación Didáctica del Arte Escénico en el aula", y sus ponentes han sido José Vicente Moirón (actor y productor), y Eugenio Amaya (licenciado en Sociología y cofundador de la compañía Aran Dramática). Todo un lujo para los que fuimos admitidos a sus clases.


Han sido sesiones de tres horas, varios días a la semana, durante varias semanas, que se me han hecho cortas. He aprendido a utilizar mi cuerpo como medio de expresión y comunicación, a controlar la respiración, a emplear correctamente la voz, a mejorar la dicción, a improvisar, a ocupar los espacios, a imprimir ritmo a mis movimientos, a dirigir una escena, a trabajar con actores y con un equipo técnico... Pinceladas de temas íntimamente ligados a un escenario, a un ambiente teatral.


Queda volcar lo aprendido en mis alumnos de primaria, conseguir inculcarles nociones básicas para empezar a moverse con desenvoltura sobre unas tablas.



Nada desdeñable es también la oportunidad de haber conocido gente tan interesante, que comparte conmigo la atracción por el mundo de la interpretación. Me encantaría coincidir más veces con algunos de ellos.


Espero desempeñar mejor, a partir de ahora, mi función como responsable del taller de teatro con mi grupito de alumnos. El día 9 de abril los llevo a Cáceres, a visitar la Escuela Superior de Arte Dramático. Más de uno ya pinta maneras...


Se cierra el telón de este post con una foto del gran actor extremeño: José Vicente Moirón. ¡Hasta pronto!



domingo, 24 de marzo de 2019

Bullying


                                                    Bullying

Que no me levanto, mamá. ¡Que no quiero ir al colegio!
Que cuando llego ya me están esperando en la puerta, acorralándome con mil cuestiones. Luego me persiguen por los pasillos, me increpan en el recreo, y me amenazan con no dejarme salir este fin de semana si no contesto a sus cansinas preguntas.
Que no voy, ¿para qué…?, si no me dejan jugar ni hablar con mis amigos, con los otros compañeros, ni mirarles siquiera puedo. Ellos acaparan todas mis horas y toda mi atención. Y yo no sé cómo quitármelos de encima. Quiero que me dejen en paz ya, ¡les tengo pánico!
Que no, que no voy hasta que me prometas que vas a ayudarme. Ellos caen bien en Dirección y en Jefatura de Estudios, van de guays, y yo soy una exagerada –me dicen. Que no es para tanto.
Pero yo me pongo muy nerviosa solo con pensar en ellos, en el nudo que me aprieta la garganta cuando recuerdo las preguntas tan raras que me hacen. Yo no les comprendo y, cuando consigo contestar alguna, me escupen la siguiente.
Tengo pesadillas todas las noches y me despierto sobresaltada. Sueño con las contestaciones que voy a darles por la mañana, cuando me rodeen amenazantes, pero empiezan a bailar las palabras en mi cabeza y soy incapaz de articular una respuesta coherente. Me mareo, el corazón se me acelera, me brota el sudor en la frente, y solo se me ocurre una solución inmediata que ponga fin a mi sufrimiento: huir, escapar, correr todo lo deprisa que me permitan mis piernas.
Pero ellos me persiguen implacables y me atrapan de nuevo, martirizándome con ese lenguaje ininteligible que me llena el cerebro de pájaros revoloteando.
Que no me levanto, mamá. ¡Que no quiero ir al colegio!

Firmado:
Una maestra que ha perdido la vocación por culpa de unos malditos estándares evaluables –de aprendizaje y actitudinales- Unos auténticos vampiros psicológicos que te chupan tu tiempo y tu alegría por enseñar, de manera inmisericorde.



viernes, 15 de marzo de 2019

6º aniversario del lipdub Sagrada Familia


Hoy hace 6 años que grabamos de un tirón el lipdub con el que participamos en un concurso convocado por FEC a nivel nacional.
No puedo estar más orgullosa del resultado de aquella hazaña que conseguimos entre todos los que pertenecían a la comunidad educativa de nuestro colegio en el año 2013: alumnos, profesores, personal de administración y servicios, Siervas de S. José, todos a una en una empresa que hizo historia para siempre.
Dejo aquí el enlace del lipdub y también del proceso que nos condujo a tantas alegrías.

Lipdub Colegio Sagrada Familia 2013

Cómo se realizó el lipdub



                         ¡Feliz aniversario!



jueves, 7 de marzo de 2019

Venecia contigo

Esta foto me la hizo una buena amiga en el Puente de los Suspiros en Venecia, cuando contaba con 19 añitos, y viajábamos por toda Italia para celebrar que terminábamos Magisterio. Llevábamos la maleta llena de latas de conservas para subsistir las dos semanas intensas en las que recorrimos toda la Península Itálica, pero también rebosante de esperanzas e ilusiones por un futuro que se nos antojaba toda una aventura con la inocencia de nuestra poca edad.
Treinta y nueve años después de conocer Venecia sin ti, vuelvo a Venecia contigo. En nuestra maleta ya no viajan conservas, sino cuarenta y tantos calendarios compartidos. Hemos cambiado la inocencia por la experiencia, y las esperanzas e ilusiones de futuro por la madura y serena felicidad del presente, una vez cumplidas nuestras obligaciones familiares.




Llegar a Venecia desde el aeropuerto paseando por sus canales puede llegar a ser hipnótico.





Y mezclarse con sus gentes, con sus lujosos disfraces desfilando por doquier, y la Plaza de S. Marcos como un hervidero humano, una experiencia mágica.




¡Qué bien nos sentaron las primeras cervezas, las primeras pizzas y los primeros caffelattes! Nos infundieron la energía suficiente para caminar por la ciudad, perdidos entre estrechas callejuelas, plazas impresionantes, edificios grandiosos, mercadillos callejeros y típicas estampas de gondoleros paseando turistas.




La noche nos descubrió también sus encantos. Una sabrosa cena en los alrededores del Puente de Rialto, y otro gran paseo por rincones de ensueño.



El carnaval de Venecia es el carnaval del silencio. La noche transcurrió en calma, aún cuando nuestro hotel estaba a un minuto de S. Marcos, centro neurálgico de la fiesta. Bien descansados, disponíamos de otro espléndido día para disfrutar de la ciudad, sin rastro de la niebla o la lluvia tan características aquí.







De cuando en cuando, un delicioso helado italiano, o una parada técnica en una terraza con un sol de verbena, para tomar un café.



Llegamos hasta el Puente de la Academia, dando un buen rodeo para llegar hasta Santa María de la Salud, haciendo fotos donde nos apetecía.








Llegados hasta allí, más fotos para el recuerdo. Visitantes de distintas nacionalidades, y muchos venecianos disfrazados, solícitos siempre a posar con los turistas, como si no tuvieran nada más urgente que hacer.








Volviendo sobre nuestros pasos, mirando todo con curiosidad, disfrutando del día maravilloso que lucía.





Una cervecita por aquí...


...otra cervecita por allá... (por cierto, a 7€ cada una, para que vayáis sobre aviso). Entramos de paso en una exposición de arte contemporáneo que nos encantó.



Y de nuevo a S. Marcos para mezclarnos con el ambiente.






Lo bueno de instalarte en un alojamiento céntrico es que puedes echarte una siestita y volver al meollo de la fiesta en un santiamén. En la plaza se alternaban la música de grupos en directo con la intervención de algún Dj. Ya comenté al principio que el concepto de carnaval veneciano es diametralmente opuesto al de Badajoz. Otra gran diferencia con el nuestro son los horarios: a las diez de la noche se acabó el ruido. 


Me ocurrió una anécdota curiosa por la noche. Entrábamos en San Marcos cuando sonaba una música ochentera que me motivó a ir bailando a mi bola, más contenta que unas pascuas con ritmos de mi juventud discotequera, cosa que a la mayoría les dejaba indiferentes. A decir verdad, y para mi gusto, son un poco saboríos. De pronto, oí decir mi nombre. Se acercaron a mí dos chicas sin disfrazar, pero con la cara cubierta por una máscara. 
-"Maribel, ¿eres tú...? Te hemos visto pasar y no nos lo podíamos creer... Somos Beatriz y Guadalupe." 
Yo no salía de mi asombro. Dos hermanas, antiguas alumnas mías, que habían hecho los mismos planes que nosotros en el puente de los carnavales. Menuda coincidencia, aunque no es la primera vez que me ocurre. Hace años me encontré con otra ex alumna y su familia en Salzburgo (Austria). Me encantó que me reconocieran y que vinieran a saludarme con tanto cariño. Está visto que el mundo es un pañuelo. Lástima que no caímos en la cuenta de hacernos una foto, pero no lo olvidaré.


Nos quedaba el capítulo de compras y regalitos, el vuelo estaba previsto casi por la noche y teníamos todo el día por delante para rematar el viaje. Esta última jornada amaneció nublada, pero afortunadamente sin lluvia.







Así doy por cumplida mi ilusión de visitar Venecia a dúo con Mane, que sola ya había venido. Era una asignatura pendiente, y hemos aprobado con sobresaliente.








                              ¡Arrivederci!