Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

jueves, 13 de enero de 2011

ESDRÚUUUUJULAS

Las palabras esdrúuuuujulas siempre me han subyugado, son fantáaaaasticas. Por eso ilustro esta entrada con un hermoso murciéeeeelago, también denominado quiróooooptero. Le dediqué unos versos hace algún tiempo a este fenóoooomeno de la lengua española tan chiripitifláaaaautico y simpáaaaatico a mi parecer. Helos aquí.


                                          ESDRUJULEANDO


Se me ha ocurrido una idea
de un tema que me apasiona:
las tildes en las esdrújulas,
una regla facilona.
Lo haré en forma de tercetos,
por algo hay que empezar,
y si puedo encadenarlos,
¡vamos a esdrujulear!

Busco en mi mente versos románticos,
saco un refresco del frigorífico,
mi pluma escupe poemas fantásticos.
    Me canso y tengo problemas físicos,
                                                                                   me veo aspecto fantasmagórico,
                                                                                   mi espejo dice que soy un tísico.
Visito algún monumento gótico,
el guía parece poco simpático,
pero trabaja por precio módico.
Padecí un contratiempo informático,
tomé dos bebidas isotónicas,
y acabé con dolores reumáticos.
Leo filosofía platónica,
desarrollo guiones maquiavélicos,
escucho música supersónica.
Vistes un chaleco psicodélico,
vas de moderno y de carismático
pero se ve tu impulso colérico.

Ha venido el vecino del ático,
va a ayudarme a pintar el vestíbulo,
sin manchar el portero automático.
Lo importante es tener mucho estímulo,
de tu verdad ser dueño legítimo,
que tu moral no acabe en patíbulo.
Me ilusionan los viajes marítimos,
me adormezco observando el crepúsculo,
las olas siguen esquemas rítmicos.
Cruza el cielo un raro corpúsculo,
la muchedumbre se queda atónita
y se lleva un susto mayúsculo.
Lleno de columnas salomónicas
encontró un joven paleontólogo
restos de unas ruinas faraónicas.
He pedido cita al odontólogo.
Yo le temo más que a los licántropos,
porque exploran más que un espeleólogo.
Tengo un amigo algo misántropo,
uno que anda medio sonámbulo,
y otro tercero que es un filántropo.
Di tu teoría sin más preámbulo:
tu jefe peca de pusilánime,
y tiene fama de ser noctámbulo.
Todos opinan de forma unánime,
es un sondeo muy democrático,
evaluado de forma ecuánime.






Sufro un empacho fonético;
tomaré un año sabático.
Me estoy quedando esquelético,
y estoy un poco antipático.
Este poema es elástico,
pero ha llegado a su término.
¿Servirá como algo práctico,
o ha resultado paupérrimo?. 



 ¡Eso es to, eso es to, eso es todo, amigos!






1 comentario:

  1. Publicado en la antología "El Vuelo de la Palabra. La poesía en Extremadura en 2016", por el Excmo. Ayto. de Badajoz.

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