Sin pausa, pero sin prisa, este blog pasa ya de 55.000 visitas, que no está mal en dos años y medio. Ni feo que mate, ni bonito que espante. Yo diría que cada entrada está escrita antes de publicarla y sigue creciendo después del punto y final, yo solo me dedico a recopilar y ordenar mis ideas, y cuando están maduras, castigo suavemente el teclado de mi ordenador y las difundo por mundos virtuales.
Algunos post debería corregirlos, mejorarlos, pero acabo concluyendo que mejor no les hurgo, porque no pasa por mi cabeza hoy lo mismo que hace algún tiempo, y esos sentimientos que anidaron poco o mucho en mi interior se merecen un respeto.
Dedico esta pseudocelebración a todos mis enemigos, si los tuviera o tuviese. A los que me quieren, con mis luces y mis sombras, les digo que mi corazón es todo suyo, y cuando me los encuentre por los pasillos de la vida les invito a una cañita bien fría.
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