Juego de las diferencias 2.013

Esa no soy yo, obviamente. No tengo su edad, su estilo, su influencia mediática, su nivel adquisitivo ni su añeja soltería. Pero, viendo esta foto, he de confesar que hemos tenido un gusto similar para un traje de baño este verano. Triquini de color rojo, aunque seguramente el suyo es más exclusivo, más caro y sienta mejor. Ruego encarecidamente que no os cebéis en las comparaciones, que ni me llamo Ana ni me apodan Antoñita la Fantástica, aunque sea una cuentista. Yo digo como un amigo mío cuando le pregunto: "¿cómo estás...?", y me contesta: "hombre, según con quien me compares..." Pues, lo dicho.

Aún a riesgo de poner en evidencia la cuesta abajo vital que estoy recorriendo sin frenos y a lo loco y que ya no hay quien pare , voy a continuar con el intrascendente jueguecito de las diferencias que inauguré en el ya remoto año 2.010, publicando foto en el blog, por cuarto año consecutivo, en análogas fechas estivales y en la misma zona de mi terraza del "refugio". Y, sin más dilación, y que el Señor nos coja confesados, voy a ello, no sin antes advertir que las siguientes imágenes pueden herir la sensibilidad del intrépido visitante de este blog...

                                   2.010.-

                                   2.011.-

                                  2.012.-

                 Y, por fin... ¡tachánnn! 2.013.-

Espero que os recuperéis de la impresión sin secuelas permanentes. Me voy haciendo mutis por el foro...