El atentado de París no ha dejado impasible
a nadie. Muchas víctimas mortales, muchos heridos, mucha destrucción, mucho
odio, mucho fanatismo religioso. La religión sigue sirviendo de argumento para
matarnos unos a otros, lo cual parece una contradicción.
Ahora nos rasgamos las
vestiduras por la acción terrorista de los yihadistas islámicos, pero el vergonzoso
capítulo histórico de la “Santa Inquisición” será siempre una pesada losa para
los católicos.
En España se ha determinado el nivel 3 de riesgo de sufrir un
atentado similar al del semanario satírico Charlie Hebdo. Una alerta a tomar en
consideración, por la cuenta que nos trae, si no queremos llevar al pie de la
letra la máxima del director de la publicación, asesinado vilmente: “prefiero
morir de pie que vivir arrodillado”.
Dice el Papa Francisco que “no es
necesario creer en Dios para ser una buena persona. Algunas de las mejores
personas en la historia no creían en Dios, mientras que muchos de los peores
actos se hicieron en su nombre.” Estoy con él.
No más barbarie, ya tenemos
bastante con intentar sobrevivir cada día.
Publicado en "Cartas al Director" del diario HOY el viernes 9 de enero de 2015.
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