Me encanta ir por la calle y encontrar en una esquinita alguien, normalmente una persona mayor, con una caja en el suelo llena de manojos de espárragos trigueros para vender a los transeúntes. En mi casa gustan mucho.
Hay que trocearlos hasta el punto en que dejan de partirse con un simple movimiento de dedos, hasta que se resisten. Esa es la parte desechable del espárrago.
En una sartén se fríen láminas de ajo en aceite de oliva. Se incorporan trocitos de beicon o taquitos de jamón, y seguidamente los espárragos lavados y troceados. Se añade un poco de sal, y finalmente los huevos.
En ocasiones también incorporo unas gambitas peladas, si son congeladas hay que sacarlas con tiempo, para que no suelten agua. Hoy he prescindido de ellas.
De la cocina a la mesa, y
¡a disfrutar!
Mmmmmmm, que ricos y si es de mi tierra massssss
ResponderEliminarCon su jamón y todo.......
Buen provecho y besosssss
Mmmmmmm, que ricos y si es de mi tierra massssss
ResponderEliminarCon su jamón y todo.......
Buen provecho y besosssss
¡¡¡ Ñam, ñam !!! El de ajetes tiernos de cultivo ecológico, con la misma receta, tampoco es manco. Habla con Angelita.
ResponderEliminar