La chulapa más popular reconoció, al
dimitir de su cargo gracias a su encomiable responsabilidad política, que solo dos
de sus “elegidos” le salieron rana, y a mí no me salen las cuentas. Todo es
según el color del cristal con que se mira.
El último revés de la lideresa está
siendo investigado por la trama Púnica, se le conoce como Bartolo y ha sido su
mano derecha hasta su retirada.
Se han acumulado en las estancadas aguas del
panorama político tal cantidad de ranas, desahuciadas y abandonadas a su
suerte, cuando no apresadas en contra de su voluntad, que va a ser necesario
crear una asociación en beneficio de estos anfibios anuros, bajo el logo:
“ADOPTA UN BATRACIO”, no sea que sufran peligro de extinción. Qué más quisiera
el presidente en funciones.
Publicado en "Cartas al Director" del diario HOY el jueves 25 de febrero de 2016.
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