Mil palabras
(“ESTAMPAS” –
XXIII)
Me esperan las ondas
distorsionadas
que ha urdido a mis
espaldas la rutina.
Se retira el silencio
resignado
tras lunas de serena
compañía.
Perdiéronse en la
bruma largos días
que sola mi
conciencia disfrutaba,
venían a visitarme
mil palabras
preñadas de emociones
y poesía.
Grilletes en los
pies, deseos truncados,
silente obligación de
calendario,
otoño macilento,
invierno helado,
la primavera gesta
otro milagro.
La rueda del dios
Crono es infinita,
la historia de la
vida interminable,
mis ansias de volver,
lágrima viva,
mi grito de
esperanza, irrefutable.
Se esfumará la bruma
cada día,
mi conciencia soñará
la alborada,
volverán a enamorarme
mil palabras,
parirán nuevos versos
y poesías.
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