El sol que anuncia quedarse a pasar el fin de semana, ayudará a romper el maleficio de la desgana y a emprender una salida hacia adelante, dando codazos al desánimo y a las dificultades. Cuando he llegado a casa, estaba la moto de mi marido en la entrada, y se me ha antojado hacerme una foto jugando a ser motera de toda la vida, cuando en realidad ni me gustan ni monto en ninguna jamás. Se echan en falta cuero y talante, a partes iguales.
En otra ocasión haré la gracia completa.
¡Buen fin de semana!
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