Mañana, tarde y noche.
Camino por un bosque de abedules
en un sueño, al filo de la mañana.
Rogando que tu risa disimules
yo danzo al ritmo que marcan las hadas.
Rezuma paz esta tarde de azules
que mece los recuerdos entre nanas.
El cielo y el mar se visten de tules,
musita la brisa versos de calma.
La luna se hace reina de la noche,
yo esquivo su mirada plateada.
Mi estrella ya no me lanza reproches,
sumisa se acerca la madrugada.
Deambulo en este mundo de fantoches
penando en cada nueva encrucijada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario