Por duodécimo año consecutivo, más de una década -que se dice pronto- incurro nuevamente en el ¿error...? de publicar el último testimonio gráfico de mi decadencia en traje de baño, desde mi refugio espiritual favorito: el "Juego de las Diferencias" 2021.
Esto va a ser del empoderamiento... Este verano, en el que tampoco nos hemos deshecho del virus que nos amarga la existencia, luzco con orgullo mis 61 años, mi pelo blanco y algún que otro kilito que me ha cogido cariño. Es lo que hay. El verano que no me atreva a exponer mis pellejos, lagarto, lagarto...
He de decir que cuento con un fotógrafo de amplia experiencia (los doce años que llevo involucrándolo en el jueguecito), que no es otro que el santo varón de mi marido, que se presta generosamente a ello.
Y, sin más dilación, entramos en materia. Misma ubicación, mismo cielo, misma terraza.
2010
2011
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2015
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2020
2021
Se acabó. Espero repetir el verano próximo, si Dios quiere y el "bicho" no nos lo impide.
¡BYE!
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