Justo antes de irnos de vacaciones de Semana Santa celebramos en nuestro colegio las fiestas de nuestro patrón, San José.
Siempre preparo coreografías con los cursos en los que imparto Educación Física, una por nivel, en 3º, 4º, 5º y 6º. Pero este año he estado embebida en el proyecto de un lipdub, cuyo plazo de presentación a concurso, convocado por la FEC, ha coincidido con las fiestas y con la entrega de notas del segundo trimestre. Me ha sido imposible, por lo tanto, atender tantos frentes, a pesar de las horas de empeño que he dedicado con mi mejor voluntad.
Aún así no quería romper la tradición que mantengo desde hace 30 años, los que llevo trabajando en mi colegio, pero reduciendo la exhibición a una sola coreografía, en la que he hecho participar a todos mis alumnos, unos 350, a la vez.
Los ensayos los llevé a cabo en clase, cada uno de los doce cursos en su horario. Pero nunca ensayé con todos a la vez, por lo que fue toda una aventura jugársela en vivo y en directo. Sobre todo porque tenía mis dudas de si cabrían tantos niños juntos en la pista polideportiva del complejo "Nuria Cabanillas".
Cuando llegué al pabellón hice mis cálculos para distribuirlos, y coloqué en el suelo un aro de distinto color para cada grupo, como única marca a partir de la cual los niños se organizarían como lo habían ensayado en clase. Me asombró su nivel de percepción espacial, superado el primer momento en el que semejante multitud irrumpió en pista, los doce cursos se ubicaron, y en cuanto sonó la música bailaron según mis instrucciones previas, pero añadiendo gracia y frescura. A partir de ahí, disfruté del espectáculo y del impacto que causó entre los asistentes.
Hay que tener en cuenta que sus edades oscilan entre los 8 y los 11 años, y que los ensayos fueron escasos, por culpa de la preparación del lipdub (que merece una entrada especial en los próximos días). El resultado fue una explosión de color (el vestuario también fue idea mía), y levantó de los asientos a los padres y demás familia presente en las gradas.
Mi agradecimiento sincero a unos cuantos compañeros que me echaron un cable aquella tarde, sin que yo se lo pidiera, y a mis dos jefas, antiguas alumnas mías, que saben por propia experiencia lo que cuesta movilizar a tantos niños. Y, por supuesto, a Santi, que está cuando se le necesita, y grabó el evento mezclándose entre los niños durante la exhibición.
¡Espero que os guste...!
Bravo!!! Bravo!!! Bravo!!!
ResponderEliminarSe por experiencia personal, el trabajo que cuesta mover grandes grupos. El resultado ha sido fantástico, aunque los ensayos fuesen en pequeño grupo y al final bailasen todos al tiempo.
¡¡¡Que caras de alegría en los peques durante su actuación!!!
¿¿¿Cuántos pañuelos llenaste de babitas???
Un fuerte abrazo desde EL TERRAO.
Muchas gracias. Lo pasaron en grande, las niñas estaban encantadas con el atuendo, y ellos muy en su papel con la pajarita y las gafas de sol. Los padres estaban encantados con la actuación, se les hizo corta... En fin, yo me quedé como Ortega Cano: tan a gustito...
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