Nuestra vecina Portugal no enviará
representación al próximo eurofestival de la canción, por las restricciones
presupuestarias a causa de la persistente crisis.
Extremadura, si fuera un país
como Cataluña, bien podría permitirse ocupar esa plaza libre, sufragando sus
gastos en tan imprescindible evento, ahora que en nuestros tejados han llovido
del cielo 240 millones de euros, que también servirán para hacer renacer el
espíritu de la Navidad en los deprimidos funcionarios, los dependientes, los
desempleados y los autónomos.
Eso, si no se cumple el refrán de “qué poco dura
la alegría en la casa del pobre”, ya que mini Soraya amenaza con recurrir al
Constitucional, por si el que no es un “barón rojo” ni un “verso suelto del PP”
hubiese incumplido la legislación básica.
Y es que, mira si está malita la
cosa, que hasta la Preysler se ajusta el cinturón, que ya no le llega ni para
bombones.
A los añorados payasos de la tele no habrá nadie que les responda:
¡bien!, porque las deudas nos ahogan el buen humor.
Pero alecciona la Trujillo en
twitter que “el que tenga deudas, que las pague”.
O que estudie la ESO, que a nadie le amarga
un dulce.
Publicada en "Cartas al Director" del periódico HOY, el domingo 25 de noviembre de 2.012
ResponderEliminar