Mi querida España, esta España mía, esta
España muerta, se ha convertido en un mundo de locos: mientras unos tiran
comida a la basura, otros la rebuscan en los contenedores; mientras echan a
familias de sus casas a la calle, miles de viviendas se quedan vacías; mientras
millones de euros “emigran” a paraísos fiscales, en suelo patrio hay millones
de personas sin un céntimo; mientras unos malviven gracias a exiguas
prestaciones sociales, otros ganan sueldos desorbitados y cobran dietas
injustificadas; mientras se rescata a los bancos para “premiar” su pésima gestión,
se da la espalda a los pequeños y medianos empresarios, a las personas
dependientes, a los estudiantes con menos recursos.
Se vota en las urnas a
representantes públicos por sus promesas electorales y cuando gobiernan dan la
vuelta a sus proyectos políticos con argumentos que no se tienen en pie. Eso sí, el que quiera protestar y manifestar
su desacuerdo, que lo pague de su bolsillo, una infalible medida disuasoria
para los que trabajamos, que ya vamos justitos.
Y como “a río revuelto,
ganancia de pescadores”, también hay quien aprovecha la coyuntura para intentar
reformar el perfil de nuestro mapa.
A este paso, a España no la va a reconocer
ni la madre que la parió, con permiso de Alfonso Guerra.
PD: la famosa canción de la malograda cantante Cecilia fue censurada en época de Franco. La letra decía la frase con la que titulo esta entrada, pero finalmente la obligaron a modificarla tal y como la conocemos: "Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra..." Las cosas del tío Paco.
¡Felices sueños!
Publicada en "Cartas al Director" del periódico HOY, el martes 20 de noviembre de 2.012.
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