Cuando bajé a la cocina a desayunar, antes de ir a trabajar, capté esta instantánea desde mi cocina. Uno de los muchos maravillosos amaneceres de los que gozamos en nuestra querida Extremadura, y que tanto pueden llegar a echarse de menos cuando estamos lejos de ella.
Y para terminar el día, seres de aspecto fantasmagórico pululaban por mi casa, antes de partir a un destino incierto -incierto para mí, que ellos sabían perfectamente la dirección del colega que celebraba una Halloween/party en su casa-.
Y yo, aquí, en casita, tranquilita porque mañana no hay que madrugar, escribiendo estas cositas que tanto me entretienen, amén de ejercer de entrenamiento intelectual para mis desgastadas neuronas, que estando musculadas harán más llevadera mi vejez, fácilmente divisable en un horizonte cada vez más cercano.
Y, para finalizar este post, un poemita recién salido del horno, con cuyo título, "Sección de anuncios", lanzo un globo sonda a los lectores del blog, junto a un guiño de complicidad.
Sección de anuncios
Estoy dispuesta a comprar:
un cuarto de
ingenuidad,
dos bandejas de ilusiones,
una melena sin canas
y un paquete de pasiones.
Vendo mi álbum de fotos
de reina de corazones,
un tetrabrick de
maldad
y rencores en porciones.
Hago trueque de amistad,
con sonrisas de
colores ,
doy obsequio por regar
el perfume de mis
flores.
Se maquillan las tristezas,
se disfrazan los pesares,
se lavan
maledicencias,
se perdonan deslealtades.
Llevo nanas en mi cesta,
un te quiero en mi
bolsillo,
voluntades en mi armario
y lágrimas en mi
altillo.
Si alguien busca compañía
y un hombro en el que llorar,
que se acerque a mi castillo,
para dejarse abrazar.
¿trick-or-treat? ¿truco o trato?
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