Prejubilación de Conchita

   
     Desde el 28 de febrero, día clave del inicio de tu jornada reducida, hasta hoy ha transcurrido demasiado tiempo sin celebrar como tú te mereces una despedida como Dios manda. Se nos han colado al medio otros eventos, pero ten por seguro que no vamos a olvidarlo. 

    

      Todos estos años trabajando a tu lado nos han dejado a todos tus compañeros preciosos recuerdos, y quiero creer que a ti también. Tienes en el colegio grandes amigas, y amigos también, que te queremos por tu sencillez, por tu franqueza, por tu nobleza, por tu cercanía, por tu bondad. 

   
     Me alegra saber que entrarás en la sala de profesores los miércoles poniendo una nota de color y de glamour entre mucho blanquinegro. Que nos dibujarás una sonrisa al verte aparecer con tu envidiable color en el rostro y tus labios pintados de carmín rosado.

    
     Te he escrito unos versos para conmemorar esta fecha, con todo mi cariño. Aquí te los dejo.

Concepción, Conchita, Concha.

Alrededor de la mesa, sentaditos al brasero,

esperamos la campana, para comenzar las clases,

un montón de compañeros.

Y en esto llega Conchita, como musa del Olimpo,

eclipsando a los luceros,

con su nota de color y un permanente moreno,

que da gusto verla entrar en la sala de profesores

con esa gracia y salero.

Tenemos que asimilar que cuando acabe febrero

solo vendrá a visitarnos

día y medio, más o menos.

Concepción, Conchita, Concha,

mora de la morería,

si hubiese cambiado la ley,

otro gallo cantaría.

En adelante tendrás un destino en cada puerto,

y cuando vuelvas a casa

te esperarán tus gallinas

y podrás cuidar tu huerto.

Podrás recorrer los mares en un barquito velero,

cogiendo del brazo a Juan,

convertido en marinero.

Chicas de oro como tú no abundan por estos lares:

guapa, rica y buena moza,

gran amante de animales,

maestra por vocación,

con amigas a millares,

una anfitriona de lujo,

y simpática a raudales.

Ha llegado tu gran día,

tu descanso merecido,

la semana más ligera

y el horario reducido.

                                                                   Badajoz, 28 de febrero de 2012.

      Te recuerdo que tenemos pendiente la reunión de las "chicas de oro", tengo preparado mi discurso de investidura... Y, por si se te ha olvidado, guardo en La Antilla una botella de Ballantines esperando que vayas a estrenarla...

         ¡Disfruta tu tiempo libre, guapetona!