El día de S. Valentín tiene un objetivo principal: que las tiendas hagan su agosto. Exclusivamente, diría yo. Como el "día del padre" o "de la madre". Porque una pareja tiene que currarse la relación cada día. Para celebrar ya están las fechas memorables de cada pareja en particular: el día que empezaron a salir, el de la boda o el del primer apartamento compartido. Una rosa solitaria en un momento inesperado surte mayor impacto que una sortija en S. Valentín, al menos para mí. O cualquier otro detalle, el caso es hacer saber a tu pareja que es importante en tu vida, que le quieres, que tu existencia no sería posible sin su compañía.
No fue el día de los enamorados, sino en su cumpleaños, hace más de un lustro, cuando le entregué a mi marido este acróstico en tono desenfadado sobre su persona. Ahora lo comparto con vosotros, consciente de que no merece ningún elogio, pero sirve para ilustrar esta entrada.
El mejor regalo, un beso.
No fue el día de los enamorados, sino en su cumpleaños, hace más de un lustro, cuando le entregué a mi marido este acróstico en tono desenfadado sobre su persona. Ahora lo comparto con vosotros, consciente de que no merece ningún elogio, pero sirve para ilustrar esta entrada.
Acróstico a Mane
Mi marido ya ha llegado
A cumplir cuarenta y seis.
Nunca hubiera imaginado,
En cien años que viviera,
Tener viviendo a mi lado
Este hombretón tan guapo
Que a mí tanto me quisiera.
Un espécimen escaso:
Ingenioso, original,
Extrovertido en el trato,
Responsable y familiar.
Oscar al más divertido,
Más caliente que Don Juan.
Un bailarín de primera.
Como padre, excepcional.
Honrado y perfeccionista,
Ocupa sentimental,
Madurito apetecible,
Un artista sexual…
Cabeza bien amueblada,
Habilidoso manual.
O pones freno al estrés,
O no podrás ni…ligar.
El mejor regalo, un beso.
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