Entre las orejas

Justo ahí está alojado un desconocido territorio, con lo listos que nos creemos. Por eso los amos del mundo se han propuesto explorarlo, con una inversión inicial de 78 millones de euros, con objeto de conseguir un mapa del cerebro y estudiar las conexiones neuronales que lleven a encontrar tratamientos  para enfermedades como el Párkinson, el Alzheimer, la esquizofrenia, la epilepsia o el autismo. El llamado proyecto “Brain” combinaría la tradicional resonancia magnética con técnicas más novedosas como los nanosensores, sondas inalámbricas de fibra óptica, o células modificadas genéticamente para conectar con las del cerebro registrando su actividad. 

Fascinante aventura la de explorar los cien mil millones de neuronas que habitan nuestra masa cerebral. Están interesadas en participar en el proyecto empresas como Google, Microsoft y Qualcomm, tal vez porque podremos entender, al fin, cómo el cerebro graba, procesa, utiliza y almacena la ingente información que recibe a cada minuto, como una inmensa computadora. Desde 2.014, y en el plazo de diez años, quizás sea posible pasar la infranqueable frontera del cerebro humano, pero me asalta la duda sobre si hay también intención de controlarnos con un simple mando a distancia.