Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Cetro de madera


Siempre fue Cenicienta de cuento,
la sirvienta que supo callar,
ostentó un cetro de madera
y una escoba para volar.
Su torreón, su fortaleza,
carceleros han de vigilar.

No encontró ratón ni calabaza,
palacio ni príncipe que sepa bailar.
El reloj repicará a las doce,
saldrá huyendo sin mirar atrás
a su torreón, a su fortaleza,
a su celda de cristal.

¿Quién le calza
zapato a su medida,
ilusión para soñar…?

Tú serás princesa de otro cuento
que ahora mismo no puedo contar.
No tendrás un cetro de madera
ni escoba para volar,
ni una corona de espinas,
ni lágrimas para llorar.



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