Si me dan a elegir entre una siliconada princesa del pueblo, despechada por un torero,
la cuñada de una folclórica fallecida, ávida de fama y dinero fácil,
participantes asiduos de realitys absurdos
o periodistillas que hablan de su vida privada para poder seguir en el “candelabro”,
me quedo mejor con un programa de sobremesa, que no dudo aspira a ser líder de audiencia en su franja horaria, pero paralelamente está sembrando auténtica solidaridad entre la gente anónima.
En él se exponen casos y circunstancias que arrancan más de una lágrima y alimentan más de una congoja. Me emociona comprobar que las personas que tienen lo justo para vivir, o menos, den un paso al frente para ayudar a los que todavía están en peor situación que ellos. Creo que este espacio televisivo ha dado en la diana del corazón de las almas sensibles y oportunamente acierta en su esquema, cuando podría creerse que en la caja tonta ya está todo inventado.
Ya que los que deben y pueden ayudar eluden la mirada suplicante del que sufre, ojalá entre nosotros consigamos salir a flote de este indeseado e inmerecido naufragio económico y social.
Publicado en la sección "Cartas al Director" del diario HOY el miércoles 25 de septiembre de 2.013
ResponderEliminarPerdona hace tiempo que no entraba en tu blog. Ando muy liada (cosa muy buena)
ResponderEliminarNo he visto el programa, pero leyendo tu artículo me he acordado de otro que hablaba sobre España y la solidaridad en un periódico americano. En resumen lo que criticaba era lo siguiente:
El gobierno español lo ha conseguido, que la gente sea la que se implique en la alimentación (comedores sociales), alojamiento (plataforma PAH, pues si te desalojan te facilitan vivienda en algunso casos), gasto social en general. Es decir, POR CULPA de este tipo de programas y "solidaridad" de la gente el gobierno se desentiende de esos problemas, lo que supone un ahorro para ellos enorme que ya sabemos que acaban en su bolsillo.
No quiero decir que la solidaridad sea mala, pero es un arma de doble filo que se puede volver en contra del ciudadano.
Probablemente si en España no existiese todo este tipo de cosas que tanto nos emocionan ya hubiese explotado una verdadera respuesta social y la situación política haber cambiado.
Este tipo de programas en realidad lo que hacen es entretener a la gente y emocionarlos para dar falsas esperanzas. Pero NO solucionan el problema real.
Mucho ánimo por allí, porque de brotes verdes nada y el BCE ha decidido bajar 0,25 puntos el tipo de interés... con eso lo digo todo.
Querida Rocío: no digo que no tengas razón, pero estarás de acuerdo conmigo en que a los ciudadanos corrientes nos tienen cogidos por los güitos. No tenemos grandes opciones los que estamos sobre una balsa en este naufragio. Podemos pasar de largo y esperar que llegue ayuda institucional para los que se están ahogando, o echarles un salvavidas para que puedan aguantar algo más. Me gustó algo que leí sobre un hombre que paseaba por una playa, en la que morían a millares estrellas de mar tras una tormenta tropical. Él las iba cogiendo una a una y las devolvía al agua. Se cruzó con otro que le dijo que no se molestase, que morirían todas poco a poco. A lo que el primero contestó: "ésta no, ésta tampoco, ni ésta...", mientras las seguía lanzando al mar sin dudar por un momento. Es más o menos lo que está pasando con los necesitados, vale la pena darles una oportunidad a los que se pueda. Eso no implica que nos resignemos eternamente, la revolución la tenemos que contemplar en un plazo cercano.
ResponderEliminarMe alegro que te vaya tan bien. Nosotros tirando, que ya es algo.
Un abrazo achuchado achuchado desde el otro lado del mundo.
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ResponderEliminarCreo que la moraleja del hombre de la playa y las estrellas no es lo mismo que esto. Nadie era el encargado de eso y salió por voluntad propia del hombre hacerlo, pero el hecho de que nadie fuese responsable de ese hecho cambia mucho la historia.
ResponderEliminarLa huelga indefinida en Madrid de los barrenderos es un ejemplo. Lo más lógico y la actitud más positiva sería limpiar Madrid por temas de salubridad y no ensuciar. Pero eso no soluciona el problema de esas personas. Si Madrid deja de ser limpiada y todo el mundo ensucia (en vez de hacer lo más lógico que es limpiar) el ayuntamiento/gobierno tendrá que recapacitar sobre el tema de recorte de personal en ese área y nadie será despedido.
Imagínate que se despiden a profesores, y obviamente se quedan niños sin enseñanza. Entonces de la forma más caritativa y con las mejores intenciones se ofrecen profesores voluntarios (que has estudiado la carrera y estan en paro). Un gran porcentaje de profesores a la calle, pero que bien que los vountarios estan ahí para seguir que todo funcione y esos niños tengan una oportunidad de futuro. ¿Te parecería justo? ¿Te parecería bien que tú y tus compañeros os viéseis en la calle?. Pues es lo que esta sucediendo, y esto último de lo que te hablo no es nada descabellado, lee esto:
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article54920
Ahí esta la cuestión.
Besos desde las antípodas
P.D: Si alguno de tus niños tiene pensado emigrar pueden contar con mi ayuda si deciden Australia como destino.
Enrique tiene fijación con marcharse fuera, una vez ha probado en sus carnes trabajos que no se corresponden con su formación, ni satisfacen sus aspiraciones. Su novia tiene trabajo aquí y está contenta, a pesar de ganar poco, y tirarse de cabeza a la piscina de la aventura no le hace mucha ilusión. Yo no quiero influir en sus proyectos de futuro, pero como madre prefiero que busque aquí y no perderme sus besos, hay que sopesar la ventaja de ganar mucho dinero con el inconveniente de renunciar a tu tierra, a tus amigos y a tu familia. Qué difícil lo estamos teniendo, Rocío. Tú has sido muy valiente, y no sabes cuánto me alegro que te vaya tan bien. Besitos.
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