Esta pizza salió muy rica, y la hice a golpe de impulso, con ingredientes que tenía en casa, un día con no demasiadas opciones, ni tiempo, ni ganas.
Me quedaba en la nevera una pieza de masa de hojaldre, la estiré un poco, y coloqué tranchetes cubriendo la base.
La embadurné de tomate y le espolvoreé orégano por encima.
La siguiente capa lleva lonchas de pechuga de pavo (era lo que tenía, puede cambiarse por otro embutido más "contundente"), y una lata de atún en conserva.
Taquitos de jamón, que suelo comprar para acompañar el gazpacho o el salmorejo, a discreción.
Queso rallado distribuído con generosidad por toda la superficie.
Y, por último, anchoas y aceitunas verdes. Se mete en el horno a unos 180º, y se dora en pocos minutos. El hojaldre da como resultado una textura similar a la masa fina de las pizzerías.
Os aseguro que es una exquisitez. Si no os gusta el sabor fuerte de las anchoas, poned menos cantidad o sustituid ese ingrediente por otro que se os ocurra.
Espero que la idea os resulte interesante.
¡Buen provecho!
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