Parece que fue ayer cuando
abordaba la circunstancia periódica que se repite cada último fin de semana de
octubre, ese 2x3 que nos permite disfrutar de un rato más de sueño y de un
largo domingo de 25 horas. Siempre pienso en esa idea del tiempo como una
dimensión circular, como el infinito reflejo de una imagen entre dos espejos
enfrentados, como un constante entrar en bucle. Y “vuelta la burra al pesebre”
con otro evento que se repite por estas fechas: la festividad de Todos los
Santos, aunque a decir verdad últimamente va ganando adeptos la fiesta de
origen celta conocida como Halloween.
En los centros educativos, todos
preocupados y ocupados por la implantación del bilingüismo, se festeja por
imperativo legal, siguiendo las directrices que marca el Ministerio de
Educación. Siempre y cuando sepamos combinar la tradición española con la
anglosajona, me parece positivo: un poco de Tosantos, Chaquetías (e incluso
Responsos), y otro tanto de monstruitos y de “truco o trato”; unos cuantos “casamientos”
de higos, nueces y castañas y unas cuantas calabazas talladas a modo de farol. He
leído que en Santa Marta, donde nací, han organizado los “Tosantosween”,
palabreja surgida al abrigo del concepto que defiendo, y en la proporción que
me gusta: tres sílabas a una a favor de lo nuestro.
One moment, please. ¡Hombre ya!
Publicado en 'Cartas al Director' del diario HOY, el martes 27 de octubre de 2015.
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