Que una pareja celebre sus "Bodas de Oro" ya es un logro al alcance de pocas parejas, pero celebrarlo con la vitalidad y la energía de Juan y Lilita se convierte en un hecho absolutamente extraordinario.
Comenzaron los festejos con la renovación de los votos matrimoniales, en una Eucaristía plagada de emotivos momentos, detrás de los cuales estaba la sombra de su hija Edu y su nieta Patricia. Sonaron durante toda la ceremonia las voces del Coro Infantil del colegio, bajo la dirección de Santi, las palabras amables de Pedro Alberto, que condujo la celebración religiosa y la participación activa de Edu en las lecturas y de Patri como solista, junto al coro al que perteneció siendo alumna nuestra.
Desde la iglesia, una limusina trasladó a la pareja hasta el local donde estaba prevista la comida. Todo era una sorpresa tras otra para ellos, que iban saboreando cada momento como unos adolescentes.
Unas cuantas compañeras nos dimos igualmente un paseo en la limusina, entre risas y jarana.
La gran nave donde nos reunimos para la fiesta tenía zona de photocall, y allí inmortalizamos el evento unos grupos y otros. He aquí una pequeña muestra de los compañeros de trabajo que, invitados por la familia, acompañamos a los novios en un día tan señalado.
Hubo música para amenizar la tarde y actuaciones en directo. Incluso, llegada la hora de la cena, estábamos alli sin estar pendientes de horarios, con comida y con bebida, disfrutando de un ambiente familiar y festivo.
Se proyectó un simpático vídeo de Juan y Lilita, grabado expresamente para la ocasión, y haciendo alarde de su enorme vitalidad y de la felicidad que les embargaba, bailaron todo lo que les pareció de su agrado, sin importarles la fecha de nacimiento que consta en su DNI.
Que sigáis irradiando buenas vibraciones, y muchas gracias por habernos hecho partícipes de vuestra celebración.
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