Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.
A Miquel
Iceta se le van solos los pies cuando suenan las notas de "Don't stop me
now", de Queen, y su incontinencia motriz se ha hecho famosa. Pero ni es
el primero ni será el último político que se deje llevar por la euforia a ritmo
de una pegadiza melodía. En la larga lista podemos mencionar a Romeva, Mas,
Arrimadas o Iglesias.
Fuera del panorama nacional, también Obama se ha
mostrado como un consumado bailarín, y no digamos la primera dama
estadounidense, que en el popular show de Ellen dio muestras de su ritmo, coordinación y estilo
bailando el conocido tema "Uptown Funk", con la finalidad de promocionar
una alimentación saludable.
La última en sumarse a esta moda ha sido Soraya
Sáez de Santamaría, que junto a Pablo Motos ha coreografiado la canción de
inicio de “El Hormiguero”, con una frescura y una gracia de la que adolecen la
mayoría de sus compañeros de partido. Tal vez por ello, además de por ser la
Vicepresidenta del Gobierno, revolucionó las redes sociales y suscitó críticas
y elogios a cascoporro. No seré yo de las que le afeen el atrevimiento siendo,
como es, la danza mi pasión. Bailar nunca puede ser malo, bailar puede ser
soñar con los pies. Por algo se empieza.
Publicado en "Cartas al Director" del diario HOY, el domingo 18 de octubre de 2015.
ResponderEliminar