El pasado mes de enero del recién
estrenado 2015, los sufridos españolitos hemos cargado en nuestras maltrechas
espaldas otra importante subida del precio de la luz, bien de primera necesidad
que cada vez nos hace más pobres, energéticamente hablando.
Es digno de elogio
el esfuerzo que ha hecho el ministro de Industria, Energía y Turismo, D. José Manuel Soria, por enmascarar
con su sutil terminología este hecho, que se entiende sin vuelta de hoja cuando
nos llega el recibo. Él considera que se trata de una “evolución adversa” del precio de la luz, que se debe a
circunstancias meteorológicas, disparando la demanda. No creerá el Sr. Soria
que en los meses más crudos del invierno nos quitamos en casa el frío a
bofetadas, cuando nos ataca la ciclogénesis explosiva o nos acobardan los
temporales: no nos queda más remedio que poner algún foco de calor, aunque
engorde la factura. Por eso le confieso, Sr.ministro, que mi indignación
también se ha visto notablemente afectada por una “evolución adversa”, igual que mi estrés emocional. Se suben por
las nubes cuando quieren tomarme por tonta.
Ojalá pronto seamos testigos de la “evolución
favorable” de los precios que su Gobierno espera para este año, que intuyo va a
ser de lo más entretenido.
Publicado en "Cartas al Director" del diario HOY el jueves 12 de febrero de 2015.
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