Fue el miércoles, pero mi horario horripilante de ese laaarrrgo día me impidió escribir una entrada dedicada a mi nena mayor: Carmen, la novia de mi hijo Enrique, ha cumplido 26 maravillosos años.
Te deseo un año razonablemente feliz, no seamos avariciosos. Que el trabajo perdure, y que vuestro amor siga consolidándose. Pero, sobre todo, que tu alegría brille por encima de las dificultades, y que todos podamos seguir disfrutando de tus besos, abrazos y achuchones, con los que llevas el equipaje repleto por donde quiera que vas.
¡Feliz cumpleaños, cachorrilla!
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