Rescate es un término que ha entrado a
formar parte de nuestro vocabulario habitual, a fuerza de escucharlo en las
noticias y leerlo en la prensa escrita: rescate para la banca, rescate para
España, rescate sí, rescate no…
Tal vez haya llegado el momento para los
ciudadanos de a pie de solicitar el rescate, a título personal, a la Fräulein Merkel: rescate para cada parado, rescate para cada
desahuciado de su hogar, rescate para cada enfermo dependiente, rescate para
cada inmigrante desesperado, rescate para cada familia con la nevera vacía,
rescate para cada estudiante sin recursos y sin beca, rescate para cada pequeño
empresario en quiebra, rescate para cada corazón encogido, rescate para cada
ilusión pisoteada, rescate para cada esperanza sin horizonte.
“Está en juego el
futuro del país”, afirma la Sor, al tiempo que asegura analizar las
consecuencias del rescate “con rigor y prudencia”. Las condiciones son punto y
aparte.
Según Aznarín de las Azores, “nuestro estado de bienestar es
insostenible”. Y la indignación general creciente y justificada.
Publicado en "Cartas al Director" del periódico HOY, el martes 11 de septiembre de 2.012.
ResponderEliminarDespués de haber estado toda la tarde cosechando Judias Verdes,Calabacines y Pepinos doy por cumplida y requetecumplida la faena de hoy... ahora una vueltecita por Maribelandia.
ResponderEliminarMe encuentro con rescates y crisis.
Ufff ¡¡¡Con lo contenta que estaba con mis judiiiiiiiiitas!!!
Yo por lo que pueda pasar, sigo con la huerta.
(más vale prevenir que curar)
Besos desde EL TERRAO