Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

domingo, 4 de julio de 2021

Garrovillas de Alconétar (junio 2021).

 

Fue un gran acierto decidir la visita de fin de semana a este precioso pueblo cacereño. Si ya nos pareció maravilloso a medida que íbamos haciendo acopio de información para planificar el viaje, in situ nos fascinó: por su plaza porticada, por sus iglesias, por las ruinas de su convento franciscano, por su Corrala, por su Hospedería (en la que nos alojamos), por la amabilidad de sus habitantes, por sus casas, por su historia viva...











Nos sorprendió disponer durante dos horas de una guía exclusivamente para nosotros, que nos recorrió los lugares más emblemáticos de la villa, dando todo tipo de explicaciones históricas.




Por sugerencia de una amiga fuimos también a Pedroso de Acim, para ver el Monasterio El Palancar, fundado por el monje San Pedro de Alcántara, cuya celda era tan pequeña que le obligaba a dormir sentado, con la cabeza apoyada en un madero. Comimos en el restaurante del mismo nombre, con unas vistas espectaculares de la Sierra de Cañaveral.






Paramos en el embalse de Alcántara para ver la torre del homenaje del castillo de Floripes (o Rocafrida), sumergida en el agua, aunque asoma un poco su parte superior.

 Dos días bien aprovechados para conocer uno de los muchos destinos que tenemos en lista de espera, dentro de nuestra fascinante comunidad. Más adelante, más...





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