En este agosto que está cerrando las maletas para marcharse
hasta el verano que viene, se han puesto muy de moda los lazos. Tanto, que han
traspasado las pasarelas más fashion para integrarse en decorados callejeros,
interaccionando con el mobiliario urbano y con la arquitectura clásica.
Se llevan los lazos amarillo chillón por el noreste, verdes
acamalotados por el suroeste, negros enlutados por las costas meridionales.
Estos lazos son tendencia, y a veces son tendenciosos.
Así, mientras perdemos el tiempo en asuntos menores, manoseando
lazos teñidos de odio, incompetencia o insolidaridad, el panorama nacional
sigue plagado de asuntos sin resolver, en compás de espera, con trenes en vía
muerta.
Y en septiembre “volverán las oscuras golondrinas…”, como
decía el poeta, pero sin una pizca de romanticismo. Por cierto, ¿alguien tiene
noticias de los Pujol? Me viene a la memoria aquello que dijo Jordi sobre mover
la rama de un árbol y que cayeran no sé cuántos pájaros… ¿o eran golondrinas?
Voy a seguir entreteniéndome con los lazos.
Publicado en "Cartas a la Directora" del diario HOY el domingo 2 de septiembre de 2018.
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