Hoy he sido investida oficialmente como "Chica de Oro", algo que tenía prometido por las integrantes del grupo desde hace años, pero que se ha confirmado hoy en una comida muy agradable, sobre todo por la compañía.
Hemos acudido once a la convocatoria, pero han faltado unas cuantas. Son compañeras de trabajo ya jubiladas o que disfrutan de horario reducido, a punto de jubilarse.
A mí todavía me quedan unos cuantos cursos para disfrutar sus privilegios, pero me siento muy unida a ellas. Han sido muchas experiencias juntas, durante muchos años, en los que hemos compartido alegrías y penas, éxitos y decepciones, proyectos, recreos, excursiones, convivencias... Son como mis hermanas mayores y las quiero mucho, y ellas a mí.
Les he leído unos versos que escribí cuando me comunicaron que me aceptaban en el grupo, pero los he tenido que modificar, porque ha pasado mucho tiempo desde entonces hasta la investidura oficial que hemos consumado hoy.
DISCURSO DE INVESTIDURA COMO “CHICA DE ORO”
En un país muy cercano
curraban y eran felices
un equipo de mujeres
que comían muchas perdices.
A su club privilegiado
yo quería pertenecer.
Ser socia era mi reto soñado
y lo pregoné por doquier.
Ya cumplidos los 50,
28 de servicio,
me aceptaron en el grupo
con todos sus beneficios.
Y mi bautizo, por fin,
se celebra años después,
en el “Boquerón de Plata”,
un sabadete a las 3.
En los estatutos consta
que tras el discurso de ingreso,
después de jurar el cargo,
me tenéis que dar dos besos.
“DESDE ESTE INSTANTE TÚ QUEDAS
INVESTIDA, MARIBEL.
NI DE PLATA NI DE BRONCE
YA ERES “CHICA DE ORO”
DE LA CABEZA A LOS PIES”.
Sábado, 4 de febrero de 2017.
Tras los postres, el café y el chupito, me dirigí a otra cita con mis compañeras de promoción de Bachillerato en las Pepas. Día completito como pocos, sin duda, en lo que respecta a vida social. Por último, pasé por una gran superficie para hacer la compra, que de todo hay en la viña del Señor...
Sed moderadamente felices.
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