Hemos pasado del rojo al rosa palo, (porque buen palo se ha llevado la afición al fútbol), y del rosa al amarillo, que es el color que se les ha pintado en la cara, tras su rotundo fracaso, a los integrantes de la selección, incluyendo a Del Bosque. Es evidente que se ha equivocado en sus planteamientos deportivos, pero no olvidemos que el buen hombre nos elevó a los más altos niveles de adrenalina y de patriotismo, en la pretérita época mágica en la que fuimos los dioses del Olimpo, futbolísticamente hablando.
A partir de la coronación de Felipe VI, la monarquía también cambiará de color; sospecho que la prensa rosa dedicará más de un titular y documento gráfico al estilismo de Dña. Letizia en cada acto social: sus exclusivos modelitos, su estilizada figura, sus facciones restauradas… La novedad esta temporada son los colores degradados, veremos qué nos depara la moda en el futuro más próximo. Ojalá, algún día no muy lejano, regrese el rojo a nuestro prêt-à-porter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario