Crepúsculo
Llegaste
pisando fuerte
sobre una alfombra de
luces insultantes,
y me retaste a tatuarte
en mi ceguera,
para inundar de colores
mis días más grises.
Te abracé
como a un hijo,
hundiéndote en mis pechos
moribundos,
cubriéndome con la
explosión de emociones
que embargaba mis
sentidos.
Quise
detener el tiempo,
condensarlo en un
suspiro,
esculpir mil rubores
sobre mis mejillas,
escribir versos en las
palmas de mis manos,
rezar la plegaria de la
paz en el viento,
con los párpados
cerrados,
bailar en la línea del horizonte
mientras las olas mecían
mi cabello.
Huiste
con prisa,
dejando un rastro de
cálido abrazo
en una página de mi memoria,
deslizando tu destello
por la cintura de la
noche
tras una cortina de
estrellas.
Publicado por el Ayto. de Badajoz en su antología de autores "El Vuelo de la Palabra. Poesía" durante su feria del libro 2024.
ResponderEliminar