Me duele que algunos catalanes
quieran dejar de ser españoles, pero lo que no les perdono es que se protejan
con un escudo de niños de lo que les pueda pasar mañana por llevar a cabo su
ilegal e inconstitucional referéndum. Demuestran su picaresca, que para mí es
cobardía e irresponsabilidad. Ojalá no se desarrollen actos violentos en medio
de esa farsa de actividades colegiales de fin de semana; pero si los hubiera,
los niños serían testigos presenciales, y desde esa visión podrían ahondar más
en su adoctrinamiento en horario lectivo, algo que llevan a cabo desde hace
mucho tiempo.
Soy santamartense, pacense,
extremeña, española, europea y ciudadana del mundo, y ninguna de las categorías
que me atribuyo son excluyentes. Los catalanes sois españoles, aunque a unos
pocos, que no son ni siquiera la mitad, les pese y quieran independizarse. Eso
sí, quieren llevarse en su “procés” una maravillosa parcela de suelo patrio que
es de todos los españoles. Mejor dicho, nos la quieren robar. Pero, claro, han
tenido buenos maestros, ladrones de guante blanco, entre sus filas.
Tendríamos que votar todos los
españoles si queremos renunciar a un territorio que nos corresponde, porque
según nuestra Constitución, España es indivisible. Para otra vez, o si alguna
Comunidad más está interesada, que nos pregunten a todos, por favor.
Confío que mañana transcurra en
paz la jornada, y el lunes haremos balance. Ojalá se ahoguen en su borrachera
independentista, y acaben vomitando todos sus líderes. A ser posible, entre
rejas, por ilegales.
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