Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Cuatro jubilados


Hoy hemos tenido en nuestra comunidad educativa una celebración multitudinaria. En los últimos tiempos se están jubilando muchos compañeros de su labor docente, y están en puertas otros cuantos para los próximos cursos. Me estoy quedando sin compañeras y compañeros que han estado a mi lado desde mis comienzos, pero todavía me quedan unos añitos para merecer este júbilo que sueño.




La Eucaristía ha transcurrido de manera familiar y entrañable, porque todos los asistentes teníamos las emociones a flor de piel.



Los profesores hemos formado un coro para esta especial ocasión, y la experiencia ha sido tan gratificante, que continuaremos en contacto para no perder la complicidad que ha surgido en este variopinto y artístico grupo.



Y, tras la misa, la comida, que ya había gazuza a esas horas. Primero un buffet de pie para conversar todos con todos, y algo más tarde ocupó cada cual la mesa que tenía preasignada.



Y, entre col y col, lechuga. No somos capaces de permanecer en nuestros asientos toda la comida, vamos haciendo excursiones a las demás mesas...



Gastando bromas, haciendo selfies, tirando miguitas de pan..., somos como niños...



Algunas se dedicaron a probarse abrigos ajenos.



Los homenajeados han recibido regalos, y han sido testigos de un power point en el que ellos eran los protagonistas, gracias a sus fotos y a los fotomontajes de los maléficos realizadores del vídeo. Yo también  he aportado mi granito de arena al homenaje en forma de glosa, estrofa que, por cierto, trabajo por primera vez.

            

Glosa a cuatro jubilados:

Mª Jesús Ramos, Mª Jesús Romero, Jacinto y Mari Pepa.



Hoy a cuatro despedimos
con alabanzas y versos,
entre regalos y besos
y brindando con buen vino.



Y brindando con buen vino
entre viandas selectas,
una musa de poetas
hoy celebra su destino,
y al son de ritmos latinos
deja notar su presencia.
Fue su vida la docencia,
siempre se volcó en sus niños,
Mari Pepa hoy hace un guiño
a sus viajes por agencia.




Entre regalos y besos,
la Madre María Jesús
ha venido en autobús,
saboreando el regreso.
Apostó por el progreso
de las mujeres sencillas.
Se calzó unas zapatillas
para recorrer caminos,
Dios le marcó su destino
y ella sembró su semilla.



Con alabanzas y versos,
a María Jesús Romero
hay que ponerle un babero,
por ser abuela en proceso.
Te esperan días traviesos
con esa nieta querida.
Nunca estarás aburrida,
ahora que estás jubilada,
pasarás cada jornada
feliz en tu nueva vida.



Hoy a cuatro despedimos,
y entre los cuatro un varón.
Para la muestra, un botón:
a Jacinto hoy aplaudimos.
De tus chistes nos reímos
con carcajadas sonoras.
En la fotocopiadora
sacaremos tu retrato
y evocaremos los ratos
que nos has dado hasta ahora.


12 de diciembre de 2014

Maribel Núñez Arcos, con todo mi cariño.











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