Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

martes, 23 de enero de 2018

Sueldos y reformas


La situación es delicada. La reforma laboral va a traer cola. Leía sobre el tema, extrayendo las conclusiones que me afectarán personalmente, si el tiempo y el destino no lo remedian. Yo no disfrutaré 'jornada reducida' a partir de los 60 años, como mis compañeras de trabajo sexagenarias. Podré jubilarme a los 65 años, porque para entonces llevaré cotizando más de 41; en concreto, 43. Pero hoy en día es infrecuente que un joven trabaje desde los 22 años, como fue mi caso. 




Sin embargo, la casta política sigue percibiendo un sueldo de por vida, aún cuando su cargo solo lo ejerza unos pocos años. Esos sueldos vitalicios los aporto yo, los aportas tú, los aporta él, los aportamos nosotros, los aportáis vosotros, los aportan ellos. Y para más inri, esa 'pensión' no es incompatible con otra actividad remunerada y bien remunerada, que hay que pagar el caché; el despiporre. La inmensa mayoría de la población activa sufriendo los azotes de las vacas flacas y cargando a sus espaldas, ancianas por desgaste y por edad, el peso de la abundancia de unos pocos privilegiados. Y eso que la Constitución dice que todos los españoles son ¿iguales? Amén, si a ti te gustan las comparaciones, a mí también.


Esta carta fue publicada en el diario HOY el 23 de enero de 2011, hace ya 7 años.

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