Los
matrimonios de antes no se rompían, porque además de la imposibilidad legal,
estaba mal visto por la sociedad. Ahora, con todos los medios al alcance para
romper una relación, si no funciona, el secreto para que dure está en compartir
el “pastel de pareja”, con los siguientes ingredientes:
- una base sólida de amor
verdadero,
- un relleno de proyectos e intereses en común,
- y una capa externa de
tolerancia y respeto.
Se adorna con pinceladas de sencilla alegría cotidiana.
Se mete en el horno de la pasión, y se come calentito al principio, y algo
después en frío, pero con gusto.
Y si un día sienta mal al “estómago”, un
poquito de dieta blanda.
Y tirando.
¡Feliz trigésimo tercer aniversario de boda, cariño!
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