Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

martes, 1 de enero de 2013

Mis desafíos




“La razón teme la derrota, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos.”

     Dice el refrán: “En martes, ni te cases ni te embarques”. Hemos subido a la frágil patera de nombre 2.013 en martes, lo cual no quiere decir que esa casualidad suponga necesariamente un mal comienzo para el nuevo año. Es verdad que habrá que ajustar un poco más el cinturón para subidas anunciadas, como la de la luz, pero albergo la esperanza de remontar cualquier situación, por difícil que se ponga, y pienso exprimir mi escasa alegría inicial hasta la última gota.  


      Tengo ilusión por practicar “zumba”, modalidad deportiva basada en el baile, cuyas clases comienzo después de Reyes, en mi gimnasio habitual, una especie de fittness con ritmos latinos. Y estoy entusiasmada con un curso de danza de 21 horas, en el que me he inscrito, ofertado por el Centro de Profesores y Recursos de Badajoz, que se prolongará a lo largo de cinco semanas y me ocupará hasta principios de febrero. Con estos planes inmediatos, el año va cogiendo carrerilla, y cuando quiera darme cuenta le habré dado un buen empujoncito a mi optimismo. 


     Está entre mis planes ayudar a organizar las actividades lúdicas y deportivas de las fiestas de S. José, con novedades que ya iré desvelando, y en primavera tenemos en marcha un proyecto en equipo para grabar un “lip dub”, en el colegio, que ya me bulle en la cabeza. Si le añadimos el concurso de coreografías de Puleva, por cuarto año consecutivo, mis cuentos y poemas a presentar para nuestra “Feria del Libro”, y alguna que otra carta al periódico HOY, prácticamente se me acaba el curso, y estoy de vacaciones…


      Pero, vayamos por partes, que hay que superar el déficit de sueño, el agotamiento progresivo, los problemas familiares y económicos cotidianos, los roces de convivencia con la pareja, las inseguridades, y toda una ristra de acontecimientos imprevisibles que pueden dar al traste con la programación inicial.  Pero tengo fuerzas para afrontarlo todo, y como de costumbre, necesito tener planificadas un montón de actividades que me sirvan de motor en mi día a día.


               El movimiento se demuestra andando, así que… ¡en marcha!



No hay comentarios:

Publicar un comentario