Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

jueves, 6 de octubre de 2022

El Capricho de Cotrina.

 

Esta curiosa construcción se encuentra en Los Santos de Maimona. Recibe visitas de muchos turistas, ansiosos por conocer el resultado arquitectónico surgido del atrevimiento de un albañil y marmolista, Francisco González Gragera que, motivado por el deseo de su hija pequeña, quiso hacerle una casa que pareciera un castillo o un palacio de cuento.

 


Con una base de mampostería de piedra caliza, mortero de cemento y ladrillo, su fachada y algunas zonas del interior están minuciosamente recubiertas de mosaicos de colores formando originales dibujos. Cada pieza de esos mosaicos se obtiene de manera artesanal fragmentando en trozos diminutos azulejos de distintos colores, que van integrando figuras de animales, motivos florales, fantasías oníricas...



La construcción no tiene las tradicionales líneas rectas. Por el contrario, hace un alarde de formas curvas rematadas por figuras ornamentales.






Es innegable la similitud de esta construcción con las del internacional Gaudí, aunque la hija de Cotrina insiste que su padre no tenía conocimiento del artista catalán cuando comenzó su obra, allá por 1989.

 


 

Cotrina murió en 2.016 sin ver su obra terminada, son su hijo y su yerno los que siguen trabajando en ella, según las ideas que él dejó esbozadas. Así, consta de una piscina con cascada, barbacoa y horno, terraza, pequeños estanques, taller de objetos de mármol, una fuente... Por dentro goza de los habitáculos propios de una casa: dormitorios, baños, cocina...

 


 

Teníamos ganas de verla de cerca y no nos ha defraudado. Es admirable el resultado del trabajo, la perseverancia y la ilusión puestas en este sueño, en este capricho fruto de la genialidad de un humilde albañil extremeño. 





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