Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

martes, 5 de noviembre de 2013

Donde dije digo, digo Diego.


Tras la última metedura de pata de nuestro paupérrimo ministro de Educación, vergüenza se escribe con w en la Comunidad Europea, aunque la RAE no lo contemple en nuestro diccionario. 


La orden ministerial del 29 de octubre, por la que los estudiantes que no gozan de beca de carácter general tampoco recibirían este año la beca Erasmus, después de llevar dos meses de destino en cualquier punto de Europa, ha sido revocada. Muchos estudiantes se han sentido traicionados durante unos días de desasosiego y confusión, y más de uno había hecho las maletas para volver a casa, por no poder costearse la estancia en el extranjero sin la ayuda de una subvención que se les había garantizado



Puede que las movilizaciones de los estudiantes a través de las redes sociales hayan ejercido presión, desde el momento en el que conocieron la desagradable sorpresa. A pesar de la marcha atrás en su decisión, Wert ha dejado una imagen deplorable de España de cara al exterior. 



Cómo estará el patio del PP, que González Pons en un tuit se ha lamentado: “30 años de militante y no poder explicar a mi hijo lo que hace mi partido”. Y el ministro todavía se permite pedir un sacrificio algo mayor a las familias con más recursos, mientras da puñaladas traperas y palos de ciego. 



                                           A ver qué ficha mueve ahora.




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