Al borde de un ataque de nervios.
No sólo las mujeres de Almodóvar se encontraron de esta guisa, nuestros aspirantes a universitarios también lo están esta semana. Los días programados para las pruebas de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) son 4, 5 y 6 de junio, en nuestra comunidad.
La tradicional Selectividad se instauró en España en 1975, con el claro objetivo de evaluar los conocimientos y la madurez de los bachilleres para determinar su acceso a la educación superior, profundizando en las competencias y habilidades del alumnado. Cuando yo pasé por este trance, casi en sus inicios, no me supuso tan mal trago. Ni siquiera era imprescindible para los estudios que quería cursar, me examiné de Selectividad por si cambiaba de opinión; de hecho, tuve que superar también una prueba de acceso a la Escuela de Magisterio.
Creo que sería más acertado demostrar que tienes potencial para los estudios de la carrera en la que quieres desarrollar tu actividad profesional. ¿De qué vale saber mucho sobre la “generación del 98”, cuando tu verdadera vocación son las matemáticas o la medicina…? Sería mejor en esos casos demostrar una predisposición natural al razonamiento lógico o una gran entereza ante una fractura abierta o una hemorragia brutal.
Cada facultad debería programar un examen de acceso enfocado a los estudios que imparte. Así evitaríamos frustrar a tantos estudiantes que no alcanzan la nota de corte que se les exige para acceder a tal o cual carrera, porque les falla la prueba de la materia para la que tienen menos talento y eso les baja la media.
Os deseo toda la suerte del mundo, chicos. ¡Ánimo!
Publicado en "Cartas a la Directora" del diario HOY el viernes 7 de junio de 2024.
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