Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

domingo, 22 de octubre de 2023

Zurriburri

 

Zurriburri

 

Transitar en coche por la avenida Sinforiano Madroñero siempre me ha resultado una antipática tarea. Recuerdo con desagrado aquellos resaltos exagerados, que ponían en riesgo los amortiguadores de los vehículos que, ineludiblemente, tenían que atravesarlos y, afortunadamente, acabaron por desaparecer después de muchas protestas. 

No en vano circuló un ocurrente meme que rezaba: “Los americanos han fabricado un automóvil capaz de circular por Sinforiano Madroñero”.

Pero se han ido incorporando inconvenientes alternativos. No hay más que reparar en el zurriburri de rayas que decoran el suelo de esta gran vía de nuestra ciudad. 

Una encrucijada de líneas inciertas (antiguas y desgastadas unas, de un blanco contundente las más recientes), paralelas desconcertantes que se hermanan por el camino. 

Una carrefilera de “tortugas” que delimita el carril bici, de un rojo vivo que da un punto de color al aburrido asfalto. 

O esa especie de flechas que confluyen, anunciando precaución a los conductores con esa ilusión óptica de estrechamiento del carril. 

Resumiendo: el zurriburri te puede llevar a un ataque repentino de ansiedad o, por el contrario, a obviar tantas señales opuestas y superpuestas, tarareando la canción que suene en “los 40 principales” mientras recorres esa importante arteria de la ciudad que está, como decía mi difunto padre, “más pintá que los lagartos de los Canchales”.

 


 

 

2 comentarios:

  1. Publicado en "Cartas a la Directora" del diario HOY el miércoles 25 de octubre de 2023.

    ResponderEliminar
  2. Publicado en mi blog "Opinacoteca y +", de la revista GRADA, el viernes 24 de noviembre de 2023.

    ResponderEliminar