Esta última semana han comenzado a limpiar de malas hierbas las cunetas de la carretera de la Banasta, que une las Vaguadas con la avenida Montero de Espinosa. Es un trayecto cada vez más transitado a pie, cuya vereda “serpentea, débilmente blanquea, y a tramos se enturbia y desaparece”.
Quizás el gran Antonio Machado se inspiró en una senda parecida cuando escribió sus famosos versos: “Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.
Ojalá alguien capte la indirecta, y aproveche la limpieza para habilitar un acerado, que bien merecen estos numerosos transeúntes diarios, los que han grabado sus huellas en el sendero, y con ellas la evidente conveniencia de esta mejora en las infraestructuras de nuestro querido Badajoz.
Amén, si yo voy soñando caminos, tú puedes también.
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